Abrió los ojos.
La pálida luz que la Luna brindaba a la noche se metía en su habitación reflejándose en su mirada.
Lo había oído. El leve crugir de la puerta había delatado su visita.
Oyó sus pisadas acercándose a su castillo, apartando una sábana que prometió protegerla.
Sintió cómo su cuerpo se abría paso hasta ella, marcando su hombría en su muslo.
Sus enormes manos comenzaron acariciando su pelo, enredándose mientras un sinfín de susurros compraban el silencio de la noche.
Liberando el broche de su espalda con soltura delató experiencia de otras noches sin Luna.
Atrapándola en sus garras, manejó su cuerpo al antojo sin esfuerzo y ya desnuda bajo su boca, se deslizó por sus labios, bajando por su cuello hasta sus aureolas rosadas, mientras sus manos exploraban el vaivén de su cintura.
Su hombría marcaba sus movimientos cada vez más ansiosos. Buscando el placer en las perfectas e inexpertas curvas de su Luna, bajando su boca hasta el desvío de sus piernas, sujetándose entre sus dedos para no perderse.
Ella, aún con el pálido reflejo en una mirada asustada, no gemía, temblaba.
Pues una niña de 8 primaveras y 3.650 Lunas no era suficiente ante el cuerpo de ese hombre de 21 inviernos y 7.300 noches sin Luna.
Porque existen límites, como un lobo aullando por alcanzar su Luna, que no deberían alcanzarse jamás.
24 de febrero de 2013
El lobo y su Luna.
Sufro de curiosidad insaciable, me encanta leer, sobre todo novela histórica y sobre el universo y diferentes teorías sobre su origen, me encanta lo que estudio y disfruto haciéndolo, cuando me propongo algo voy a por ello con todo mi esfuerzo y no dudo ni antepongo nada a ello. Mi familia y la gente que quiero la cuido siempre, porque no hay nada más importante que demostrar que amas (y ensanchas el alma). Adoro a mi Haku, que me demuestra cada día lo poco que merecemos a los perros. Me encanta la novela histórica, hay que leer para poder opinar. Adoro probar cosas nuevas, como el deporte, saber mis límites, viajar, sorprender y sorprendame. Si quieres saber cómo caerme bien tan sólo tienes que llevarme a ver atardecer a u lugar bonito y pedir un deseo en el último rayito de sol, decir de bucear o ver mundo natural. Me encanta escribir, lo hago por mí, desde pequeña, es mi vía d escape. Tengo toda mi vida escrita en libretas guardadas en cajas, en este blog sólo escribo algunas experiencias por si pueden ayudar o explico cómo veo yo diferentes aspectos de la vida. Gracias por leerme, siempre.
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