UA-67133534-1 Livesmiling.: enero 2018

6 de enero de 2018

Calienta-Corazones

La arena es tan fina que tus pies se hunden en ella sin dejar rastro. Y así es como te sientes, incapaz de dejar huella. Caminando sin saber muy bien si ya has pisado ese camino, sintiéndote más perdido que nunca.
Que tienes ganas de encontrar un oasis donde esconderte del sol que te quema la piel, marcando aún más tus cicatrices. Que por haber puesto la mano en el fuego por algo en lo que creías, ahora necesitas un río de sentimientos donde aliviar las quemaduras.
Un lugar lejos de tu palacio de cristal, donde todo es visible a otros ojos. Donde no haya espacio para pasillos con cuadros de recuerdos y la sencillez sea la primacía. Pues te sientes tan minúsculo por dentro que sólo quieres guardar lo esencial o terminarás saliendo por las ventanas de tu alma. Que ya no hay castillos, ni mucho menos príncipes o princesas, que ya sólo quieres ser nómada, allí donde tus deseos y no los de otros, sean órdenes para tus pies.
Y salir con los zapatos más altos, para evitar que otros puedan tocar el rojo de tus labios, en un intento por quedar a suficiente altura y escapar de las manos que quieren tocar tu corazón. Pisando con fuerza para que el eco de los pasos callen los recuerdos que te persiguen.
Y desde aquella altura, sientes ese vértigo que te aprieta el estómago,  como el miedo a no saber qué te espera después de que algo que te importa... acabe.
Y ojalá pudiera maquillar las heridas de tu corazón, que nadie sepa que ya has sufrido. Que ya no sabes si fue la llave que unas manos indecisas perdieron o la cerradura que alguien descuidado rompió, lo que dejó tus sentimientos encerrados.
Que te llaman calienta corazones, porque quemas la piel, los labios, las entrañas y las ganas con rabia en la cama y desapareces... dejando solo y desolado un corazón ardiendo por ese hielo, que a veces quema.