Antes de empezar algo imagino cómo va a terminar. Por miedo. Por ese acojone a cómo voy a hacerlo. Cómo voy a sentir. Llegaré a ese mínimo que me exige la situación?
Y mi cerebro mientras tanto: Así puede terminar. Si haces un Dr. Strange e imaginas todos los supuestos, dolerá menos, no?
Y sin querer, acabas atrayendo tus miedos. Esas ansias de controlar todo no te dejan fluir, sentir. Te mides y te atrapan las líneas. Porque los líquidos se adaptan a las fronteras que te pones. Si lo encauzaras no estarías tan atrapada, fluirias. Pero siempre da miedo dejarse llevar a un lugar desconocido, sabiendo tanto. Tantos daños. Tantas historias sin final feliz nos rodean.
Hay tanta información de fracasos, traiciones, desamores, finales. Que por qué vas a tener tú suerte. Tú. Imagina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario